INGITE · nº 29 · Noviembre de 2019

21 INGITE Otra de las conclusiones obtenidas en REDFORESTA 2019 es la relación entre salud y bosques urbanos. Los ár- boles urbanos mejoran la calidad del aire actuando como filtros para conta- minantes y pequeñas partículas (óxido de nitrógeno, amoniaco, dióxido de azufre y ozono). Sin duda, mejoran la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, pues existe una correlación entre entornos con abundantes plan- tas y una reducción en los niveles de estrés y presión arterial. De ahí la gran importancia que tiene seleccionar bien la especie arbórea a plantar que debe garantizar su adecuación al medio ur- bano, y al espacio vital que tiene asig- nado que evite drásticas intervencio- nes futuras y molestias a los vecinos. Es imprescindible que los servicios especializados en parques y jardines de los ayuntamientos participen en el diseño urbanístico de la ciudad ya que los árboles y todo elemento vegetal son elementos fundamentales de las nuevas ciudades. Es también imprescindible que los ayuntamientos fomenten la participa- ción ciudadana en la gestión de los parques y jardines y del resto del arbo- lado urbano. Es necesario, por tanto, que los ayuntamientos hagan un es- fuerzo de comunicación y educación ambiental que permita una mayor im- plicación que asegure y permita una mejor gestión. Los problemas para el arbolado ur- bano en la mayoría de las ciudades es- pañolas no se limitan a la falta de plani- ficación para su correcta gestión. Hay otras circunstancias que se repiten en la mayor parte de los ayuntamientos y que impiden un mantenimiento ade- cuado. El riego con agua reciclada supone un gran ahorro económico para los municipios y un gran ahorro de un recurso, en ocasiones, escaso. Sin embargo, no puede utilizarse de la misma manera que el agua potable ya que su composición química es muy distinta y, por tanto, sus efectos sobre el suelo y la vegetación son muy dife- rentes. Se ha demostrado que el agua regenerada tiene altos contenidos en sodio y cloruros que es asimilado de diferente forma por las especies ve- getales. En ocasiones las soluciones técnicas son obviadas cuando chocan con otro tipo de intereses, a veces de marcado carácter político, por lo que debe concluirse de forma rotunda y categórica que para una buena ges- tión del arbolado urbano, siempre de- ben primar el conocimiento, la ciencia y la experiencia como herramientas para tomar decisiones que afectan al medio ambiente, a las zonas verdes y, por tanto, a la calidad de vida y a la salud de las personas. Por último, resaltar de las conclu- siones de este congreso que deben

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