El INGITE apoya las enmiendas presentadas tanto por la Real Sociedad Matemática Española (RSMA) y por la Plataforma Estatal de Asociaciones del Profesorado de Tecnología (PEAPT), al proyecto de Ley de la reforma de la actual Ley Orgánica de Educación. Se advierte de la necesidad de incorporar contenidos en Tecnología a lo largo de los distintos ciclos formativos.
En la última Junta de Gobierno del INGITE, celebrada el pasado mes de abril, se aprobó apoyar a ambas instituciones para poner en valor ante la sociedad la importante base matemática necesaria ya desde la educación secundaria, conforme a lo que se viene manteniendo en toda Europa, en concreto más de 20 ects dentro de la educación universitaria imprescindible para los profesionales de la ingeniería.
Por todo ello, el INGITE ha manifestado su apoyo a los comunicados emitidos tanto desde la RSMA como desde la PEAPT, donde se denuncia la pretendida supresión de las asignaturas obligatorias de contenido matemático a impartir en el ciclo de bachillerato; tal y como se pretendería a la vista del contenido del proyecto de Ley de la reforma de la actual Ley Orgánica de Educación. Los representantes de los Graduados en ingenierías y arquitectura técnicas han venido manifestando desde hace tiempo que para los alumnos más jóvenes se precisa una visión global y conocimientos específicos para su aplicación tecnológica, siendo las matemáticas necesarias para el desarrollo del resto de competencias en sus distintas etapas formativas. Sólo así obtendrán una percepción y una proyección reales ante el entorno académico y profesional en España y en el mundo.
Es por ello, que solo a través de una sólida y temprana base matemática, puede accederse con garantía de éxito a titulaciones de naturaleza técnica, como son las ingenierías y se contribuye a minimizar el fracaso y potenciar la competitividad de los titulados universitarios y de la economía del país, ya desde los primeros compases de aprendizaje. A través de un conocimiento científico-tecnológico en Matemáticas, se consigue sin duda incorporar al mercado laboral profesionales que garanticen el desarrollo de la sociedad del siglo 21.
